La base parece ser uno de los pasos más temidos en el maquillaje. Mientras muchas creen que se trata de una “poción milagrosa” para cubrir mil y una imperfecciones; otras, por su parte, se conforman con un mediocre velo de color nada favorable a la vista de los demás. La gran pregunta, ¿sabes aplicar la base de maquillaje? ¿Conoces para qué funciona en realidad?
1. Prepara tu piel. Una vez que hayas humectado bien tu rostro, es importante que lo “prepares” con un primer o prebase, con el fin de que el resto del maquillaje se adhiera y deslice fácilmente. Sin embargo, esto es opcional, maquillistas lo recomiendan para ocasiones importantes como bodas o fiestas o si deseas que tu look dure todo el día.
2. Escoge la fórmula. Cada base encontrada en el mercado es distinta –con esto quiero decir que los acabados varían de acuerdo a marca, temporada y tu tipo de piel.
He aquí una rápida guía para elegir la base que más te conviene:
- En barra: usualmente son cremosas y poseen cobertura media a total. Perfectas para eventos, sesiones fotográficas o cuando quieras esconder las pecas o marquitas
- Líquida: la más común. Su cobertura es ligera a media, aunque puedes agregar más capas según los resultados que busques. Fácil de aplicar e ideal para el día a día o maquillajes hechos en minutos.
- Pasta o compacto: conocido como “pancake”. Necesitas práctica para aplicarla de manera correcta, de lo contrario podrías caer en un error fatal. Cubre en su totalidad
No cualquiera sabe trabajar con brochas, además, si no son de buena calidad veras cerdas ¡por todo tu rostro! Finalmente, las esponjitas son una manera eficaz de aplicar la base, sobretodo en principiantes, sólo asegúrate de mezclar y mezclar hasta que el producto desaparezca.
4. ¡Manos a la obra! Ahora sí, conviértete en una experta aplicando la base.
· Unta cuatro o cinco puntos a lo largo de tu rostro y cuello.
· Comienza de la quijada para arriba con pequeños toques hasta que “unas” los puntos anteriores. Jamás frotes circularmente.
· Presta atención a áreas como esquinas de la nariz, comisuras de los labios y cejas, donde la base tiende a acumularse, y ayúdate con brochas angulares o los lados de la esponja.
· Difumina muy bien hasta que no quede rastro del producto.
· Extiende la base hasta cuello y orejas.
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